domingo, 23 de mayo de 2010
San Bartolomé de Gavín, Huesca.
Localización: Gavín, Biescas, Huesca.
Datación: Siglo X
Estado de conservación: Excelente.
La ermita de Gavín, en Biescas, es un precioso ejemplo del arte mozárabe en el Serrablo y también un ejemplo de iniciativa ciudadana ante la incompetencia y la dejadez de -todas- las administraciones.
La ermita, situada en un paraje idílico, era el templo parroquial de un despoblado -de una localidad- que fue abandonado en la Alta Edad Media, sin que quede más vestigio de él que los promontorios del terreno, en un pequeño despejado a los pies de la iglesia. Del edificio original, se conserva únicamente la torre, de una belleza extraordinaria, sobria y emocionante, compuesta de pizarra y mampuesto.
El campanario lo forman cuatro cuerpos separados por impostas corridas y desornamentadas. La parte superior muestra en sus cuatro caras un vano sostenido por dos columnillas mozárabes que sostienen una cubierta revestida de pizarra. Efectista y precisa es la ornamentación de esquinillas situada justo debajo de la breve cornisa. El cuerpo inmediatamente inferior presenta una decoración con motivos discales, muy hermosa.
La Asociación de Amigos del Serrablo, ante su inminente ruina, la restauró con medios propios, interprentando la nave desaparecida a partir de los restos de sus paramentos y cimentación, además de utilizar la observación de otros templos de la zona para consolidar un conjunto extraordinario.
San Pedro, Castrillo Solarana
Localización:Castrillo Solarana, Burgos
Datación:S.XII
Estado de conservación: Deficiente
La iglesia parroquial de San Pedro, en la pequeña localidad de Castrillo Solarana -perteneciente administrativamente a Lerma-, constituye una pequeña joya del románico burgalés. El elemento constructivo más destacable es su ábside de medio tambor rematado por una bóveda de horno, que presenta dos series de arquillos ciegos reforzados por contrafuertes de construcción posterior.
El friso de arquillos más próximo al suelo presenta una sucesión alternativa de arcos ligeramente apuntados -lo que delata su carácter tardío, del siglo XIII- con capiteles lisos y de motivos vegetales.
La estructura estética, muy llamativa, es: columna con capitel vegetal-pilar adosado con dos columnas de capitel liso - dientes de sierra. Todo ello soporta una segunda fila del friso, que muestra, de forma más uniforme -sin tanta alternancia de recursos-, arcos polilobulados. En uno de los contrafuertes se apoya el muro de cerramiento del cementerio, que interrumpe la elegancia visual del conjunto.
Pórtico románico en la fachada sur, que se abre al cementerio
La iglesia, que se debió contruir en torno al siglo XIII, tiene añadidos góticos -en la nave, más amplia y de sentido mas ascensional, como es característico en su estilo- y el campanario, más tardío, erigido en el último tercio del siglo XVI.
Santa Coloma de Albendiego, Guadalajara
Vista general del ábside
Localización: Albendiego, Guadalajara
Datación: s. XII
Estado de conservación: Muy bueno.
El ábside de la iglesia de Santa Coloma, en Albendiego, Guadalajara, es una des mejores muestras del románico rural de toda Castilla. La iglesia -que se encuentra en un paraje muy hermoso, algo alejado del núcleo poblacional- gravita en torno a dos momentos constructivos diferentes. El ábside, erigido en el siglo XII, de gran delicadeza y refinamiento, y la nave, del siglo XVI, mucho más modesta.
Detalle de una de las ventanas, con la celosía mudéjar.
La cabecera del templo -declarado monumento nacional- está dividido en un ábside de medio tambor apoyado en una falsa cabecera plana, que se manifiesta en dos paramentos con vanos rematados con celosías. Precisamente, las celosías -de gran virtuosismo técnico- es lo más sobresaliente del arte escultórico de la iglesia, que, por lo demás, carece de toda representación iconográfica. Estas celosías de piedra constituyen una rara aportación al mudéjar de la zona, ya que en Castilla, este estilo suele utilizar el adobe como principal elemento constructivo, manifestándose en tres estilos principales: Toresano, Tierra de Pinares y de Cuéllar, similares entre sí.
Aspecto de la nave, con la cabecera al fondo.
El ábside principal está dividido a su vez por lesenas curvas en tres calles, que adornan grandes vanos decorados con celosías de piedra con motivos geométricos. A ambos lados de cada ventana, los vanos están jalonados por juegos de tres columnillas rematados por capiteles de motivos vegetales. El conjunto está rematado por una chambrana desornamentada que guarece tres arquivoltas lisas.
Detalle de la celosía, desde dentro
En la primera restauración importante del templo, en los años 90, desapareció su pila bautismal, también románica. Es, aún hoy, un enigma el motivo por el cual el templo permaneció sin rematar durante tanto tiempo.
Junto a las iglesias de Campisábalos y Villacadima, la iglesia de Santa Coloma de Albendiego, supone la máxima manifestación del románico de la Sierra de la Pela.
Vista interior del presbiterio
domingo, 16 de mayo de 2010
Santa María de la Varga, Uceda
Cabecera románica de Santa María de la Varga, Uceda, Guadalajara.
Localización:Uceda, Guadalajara
Datación:S. XII.
Estado de conservación: deficiente
Nada ha cambiado, nueve siglos después. Desmoronada la nave de la iglesia románica de Santa María de la Varga, los vivos buscan el abrigo del suelo sagrado para el descanso de sus muertos, acogiéndose a lo mágico, a lo esotérico, a lo supersticioso.
Imagen del presbiterio de la iglesia, utilizada como cementerio municipal
Recuerdo en Fuentidueña -Segovia- y en Campisábalos -Guadalajara- ver cinco estelas celtibéricas de dos mil doscientos años rodeando el solar en el que se levantan dos iglesias románicas. Contemplando aquello, me di cuenta de que los dioses cambian, pero lo esencial no: nuestra conciencia de ser mortales, nuestro miedo al fin, nuestra búsqueda de la memoria sagrada de nuestras raíces, de lo que fuimos antes de ser. La religión como respuesta a preguntas inciertas.
La iglesia de Santa María de la Varga solo conserva la cabecera, triabsidial y dos lienzos, entre ellos, el que alberga el pórtico principal, con seis arquivoltas y chambrana. Tanto las arquivoltas como la chambrana y los capiteles, son lisos y desornamentados, con cierta influencia cisterciense .
Por su parte, la cabecera –muy hermosa- presenta, en cada uno de los ábsides, estructura de medio tambor. El central -el principal- presenta división en tres calles separadas por lesenas redondeadas, jalonadas a su vez por ventanas de medio punto con dos arquivoltas. Las cubiertas, sostenidas por arcos fajones ya apuntados –lo que delata su construcción tardía- han desaparecido por completo, excepto en la zona presbiterial. Los canecillos, que sostienen una breve cornisa recubierta de teja, son cavetos, desornamentados.
Parroquia actual de la localidad
El conjunto –erigido sobre la antigua mezquita- es profundamente armónico, elegante, perfecto. La de Santa María era la más importante de las tres iglesias románicas que una vez tuvo Uceda, ya desaparecidas. Actualmente, la parroquia de la localidad es renacentista, de proporciones monumentales y en buen estado, erigida en el siglo XVI.
Localización:Uceda, Guadalajara
Datación:S. XII.
Estado de conservación: deficiente
Nada ha cambiado, nueve siglos después. Desmoronada la nave de la iglesia románica de Santa María de la Varga, los vivos buscan el abrigo del suelo sagrado para el descanso de sus muertos, acogiéndose a lo mágico, a lo esotérico, a lo supersticioso.
Imagen del presbiterio de la iglesia, utilizada como cementerio municipal
Recuerdo en Fuentidueña -Segovia- y en Campisábalos -Guadalajara- ver cinco estelas celtibéricas de dos mil doscientos años rodeando el solar en el que se levantan dos iglesias románicas. Contemplando aquello, me di cuenta de que los dioses cambian, pero lo esencial no: nuestra conciencia de ser mortales, nuestro miedo al fin, nuestra búsqueda de la memoria sagrada de nuestras raíces, de lo que fuimos antes de ser. La religión como respuesta a preguntas inciertas.
La iglesia de Santa María de la Varga solo conserva la cabecera, triabsidial y dos lienzos, entre ellos, el que alberga el pórtico principal, con seis arquivoltas y chambrana. Tanto las arquivoltas como la chambrana y los capiteles, son lisos y desornamentados, con cierta influencia cisterciense .
Por su parte, la cabecera –muy hermosa- presenta, en cada uno de los ábsides, estructura de medio tambor. El central -el principal- presenta división en tres calles separadas por lesenas redondeadas, jalonadas a su vez por ventanas de medio punto con dos arquivoltas. Las cubiertas, sostenidas por arcos fajones ya apuntados –lo que delata su construcción tardía- han desaparecido por completo, excepto en la zona presbiterial. Los canecillos, que sostienen una breve cornisa recubierta de teja, son cavetos, desornamentados.
Parroquia actual de la localidad
El conjunto –erigido sobre la antigua mezquita- es profundamente armónico, elegante, perfecto. La de Santa María era la más importante de las tres iglesias románicas que una vez tuvo Uceda, ya desaparecidas. Actualmente, la parroquia de la localidad es renacentista, de proporciones monumentales y en buen estado, erigida en el siglo XVI.
domingo, 25 de abril de 2010
Ermita de San Baudelio, Casillas de Berlanga
Localización: Casillas de Berlanga, Soria.
Datación:Siglos VII-XII.
San Baudelio describe, mejor que nada, lo mejor y lo peor de España como colectividad, como grupo humano. En un pequeño espacio se guarda casi intacta una cueva eremítica de época visigoda, una mezquita trazada sobre un pequeño bosque de arcos y columnas y una iglesia románica, sostenido todo por una enorme palmera de piedra. No es solo un edificio milenario, es un milagro de la historia y la fortuna, que luce con tristeza, sus terribles cicatrices.
La cueva eremítica
La cueva eremítica data de la Antigüedad Tardía, concretamente de la época visigoda. En una sucesión de pequeñas estancias -de muy bajo alzado- en el que se hace difícil avanzar, se puede adivinar diferentes hornacinas rupestres -incluyendo pequeños depósitos para el agua- en el suelo y en las paredes. Además, en la última de las estancias, aún queda el rastro del humo de la hoguera, alrededor de la cual, se sentarían los propios ermitaños.
La cueva presenta un único acceso visitable, por la mezquita, a través de un arco de herradura que deja un pequeño vano cuadrado de algo más de un metro de lado. El interior de la cueva es un espacio absolutamente místico, desornamentado, completamente rupestre.
Aspecto de las estancias de la cueva
La mezquita
Naves de la mezquita
La mezquita, junto a la palmera, constituye el espacio más sorprendente de todo el conjunto. Es una reproducción a pequeña escala de la gran construcción califal cordobesa, con un denso bosque de pequeñas columnas que crecen a la sombra de la gran palmera central y que a su vez, sostienen el segundo piso de la edificación. Presenta cinco naves, dibujadas por arcos de herradura sobre cuyo alfiz se dibujaron, tras la Reconquista, las iconografías del desaparecido conjunto pictórico. La mezquita está comunicada con la cueva y con la iglesia cristiana, siendo la única parte del conjunto que tiene conexión con las diferentes partes que lo forman.
La escalera al segundo piso, vista desde la mezquita
La iglesia
Arco toral del presbiterio
La iglesia cristiana está dividida en dos partes. Una linda con la mezquita, quedando separado de ésta por la palmera. El otro, de construcción posterior, forma la zona presbiterial, separado del resto por un arco toral de falsa herradura.Por fuera, tiene tejado a dos aguas y cabecera plana, adosado al cuerpo central de la mezquita como un camarín que recuerda al románico zamorano.
Detalle de la zona presbiterial
La palmera
La palmera es una solución sustentante de gran imaginación. Evoca el sur, el Al-Andalus fértil y templado, tan lejos de las heladas y durísimas estribaciones de la sierra de Bordecorex, de la Soria profunda. Logra dar al conjunto un aire único de singularidad extraordinaria, aumentada por las pinturas que adornan el intrados de sus ramas. Es una razón para la nostalgia y para la inspiración, cuya fuerza poética se adivina en el arquitecto de la extraordinaria colegiata de Nuestra Señora del Mercado, en la vecina Berlanga de Duero, cinco siglos posterior. En sus bóvedas se hace evidente la evocación, el recuerdo, de la cercana ermita. Es difìcil pensar que se trate de algo casual.
Bóveda de la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado, en la vecina Berlanga.
El conjunto pictórico. El expolio.
El conjunto de Sasn Baudelio es una de las mayores joyas del Medievo no sólo en España, sino en toda Europa. Su valor se multiplicaría hasta el infinto de haberse conservado su conjunto pictórico, destruido en los año 20 del siglo XX en una rocambolesca historia que llevó al alcalde de Casillas a vendérselo a un judio americano que, tras arrancarlo literalemente de las paredes para llevárselo a los Estados Unidos, destrozó una de las maravillas artísticas más increíbles de todo el patrimonio europeo. El propio Tribunal Supremo, en sentencia firme del año 1925, permitió la salida del país de las pinturas.
Años más tarde, Franco intercambió parte de las pinturas por el ábside de la iglesia arruinada de San Martín, que ahora lucen en las nuevas salas del Museo del Prado de Madrid. El resto, está repartido entre los museos de Nueva York, Indianápolis, Cincinnatti y Boston.
La iconografía es muy variada, mostrando escenas de caza como La caza del ciervo, La caza de las liebres (Museo del Prado) o El halconero (Museo de Cincinnatti) costumbristas, como El Guerrero (Museo del Prado) o animalístico, como El oso (Museo del Prado), El ibis (Museo de Cincinnatti) o El Dromedario Museo de los Claustros de Nueva York). Además, también se muestran escenas bíblicas, como Las Bodas de Caná, Las Tentaciones, La Entrada de Cristo en Jerusalén, Las tres Marías delante del Sepulcro, La curación del ciego y la resurreción de Lázaro, entre otras. Las más respetadas son las imágenes del presbiterio, que muestran la simbología típicamente románica.
Necrópolis de la ermita
Exterior de la ermita
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