domingo, 25 de abril de 2010

Ermita de San Baudelio, Casillas de Berlanga



Localización: Casillas de Berlanga, Soria.
Datación:Siglos VII-XII.

San Baudelio describe, mejor que nada, lo mejor y lo peor de España como colectividad, como grupo humano. En un pequeño espacio se guarda casi intacta una cueva eremítica de época visigoda, una mezquita trazada sobre un pequeño bosque de arcos y columnas y una iglesia románica, sostenido todo por una enorme palmera de piedra. No es solo un edificio milenario, es un milagro de la historia y la fortuna, que luce con tristeza, sus terribles cicatrices.

La cueva eremítica

La cueva eremítica data de la Antigüedad Tardía, concretamente de la época visigoda. En una sucesión de pequeñas estancias -de muy bajo alzado- en el que se hace difícil avanzar, se puede adivinar diferentes hornacinas rupestres -incluyendo pequeños depósitos para el agua- en el suelo y en las paredes. Además, en la última de las estancias, aún queda el rastro del humo de la hoguera, alrededor de la cual, se sentarían los propios ermitaños.

La cueva presenta un único acceso visitable, por la mezquita, a través de un arco de herradura que deja un pequeño vano cuadrado de algo más de un metro de lado. El interior de la cueva es un espacio absolutamente místico, desornamentado, completamente rupestre.




Aspecto de las estancias de la cueva

La mezquita


Naves de la mezquita

La mezquita, junto a la palmera, constituye el espacio más sorprendente de todo el conjunto. Es una reproducción a pequeña escala de la gran construcción califal cordobesa, con un denso bosque de pequeñas columnas que crecen a la sombra de la gran palmera central y que a su vez, sostienen el segundo piso de la edificación. Presenta cinco naves, dibujadas por arcos de herradura sobre cuyo alfiz se dibujaron, tras la Reconquista, las iconografías del desaparecido conjunto pictórico. La mezquita está comunicada con la cueva y con la iglesia cristiana, siendo la única parte del conjunto que tiene conexión con las diferentes partes que lo forman.


La escalera al segundo piso, vista desde la mezquita

La iglesia


Arco toral del presbiterio

La iglesia cristiana está dividida en dos partes. Una linda con la mezquita, quedando separado de ésta por la palmera. El otro, de construcción posterior, forma la zona presbiterial, separado del resto por un arco toral de falsa herradura.Por fuera, tiene tejado a dos aguas y cabecera plana, adosado al cuerpo central de la mezquita como un camarín que recuerda al románico zamorano.


Detalle de la zona presbiterial


La palmera

La palmera es una solución sustentante de gran imaginación. Evoca el sur, el Al-Andalus fértil y templado, tan lejos de las heladas y durísimas estribaciones de la sierra de Bordecorex, de la Soria profunda. Logra dar al conjunto un aire único de singularidad extraordinaria, aumentada por las pinturas que adornan el intrados de sus ramas. Es una razón para la nostalgia y para la inspiración, cuya fuerza poética se adivina en el arquitecto de la extraordinaria colegiata de Nuestra Señora del Mercado, en la vecina Berlanga de Duero, cinco siglos posterior. En sus bóvedas se hace evidente la evocación, el recuerdo, de la cercana ermita. Es difìcil pensar que se trate de algo casual.


Bóveda de la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado, en la vecina Berlanga.

El conjunto pictórico. El expolio.

El conjunto de Sasn Baudelio es una de las mayores joyas del Medievo no sólo en España, sino en toda Europa. Su valor se multiplicaría hasta el infinto de haberse conservado su conjunto pictórico, destruido en los año 20 del siglo XX en una rocambolesca historia que llevó al alcalde de Casillas a vendérselo a un judio americano que, tras arrancarlo literalemente de las paredes para llevárselo a los Estados Unidos, destrozó una de las maravillas artísticas más increíbles de todo el patrimonio europeo. El propio Tribunal Supremo, en sentencia firme del año 1925, permitió la salida del país de las pinturas.



Años más tarde, Franco intercambió parte de las pinturas por el ábside de la iglesia arruinada de San Martín, que ahora lucen en las nuevas salas del Museo del Prado de Madrid. El resto, está repartido entre los museos de Nueva York, Indianápolis, Cincinnatti y Boston.

La iconografía es muy variada, mostrando escenas de caza como La caza del ciervo, La caza de las liebres (Museo del Prado) o El halconero (Museo de Cincinnatti) costumbristas, como El Guerrero (Museo del Prado) o animalístico, como El oso (Museo del Prado), El ibis (Museo de Cincinnatti) o El Dromedario Museo de los Claustros de Nueva York). Además, también se muestran escenas bíblicas, como Las Bodas de Caná, Las Tentaciones, La Entrada de Cristo en Jerusalén, Las tres Marías delante del Sepulcro, La curación del ciego y la resurreción de Lázaro, entre otras. Las más respetadas son las imágenes del presbiterio, que muestran la simbología típicamente románica.


Necrópolis de la ermita


Exterior de la ermita